Descripción
Descripción
En 1578, D. Sebastião, que visitaba frecuentemente Almeirim, se dejó llevar por el gusto de la aventura y con el ímpetu de sus verdes años a ofrecer sus servicios para la reconquista de Arzila, que los portugueses habían abandonado en 1550. Incapaz de resistir la superioridad de las fuerzas marroquíes, el ejército dirigido por el joven rey fue derrotado, dejando a D. Sebastião con su vida en Alcácer-Quibir, provocando una situación difícil para el reino. Sin sucesor, las Cortes de Almeirim fueron abiertas por el cardenal D. Henrique el 11 de enero de 1580 para decidir el problema de la sucesión. En estas Cortes Febo Moniz, como procurador del Pueblo de Lisboa, se dirige al decrépito Cardenal con voz enérgica: "Dad Su Alteza el Reino a un príncipe portugués y todos besarán su mano". Sin que nada se resolviera, las Cortes se disolvieron y el Reino pasó a ser gobernado por Felipe II de Castilla, iniciándose la Dinastía Filipina que duraría hasta el 1 de diciembre de 1640. Esta propiedad se encuentra situada en la zona más antigua de la actual ciudad, Tiene capacidad de construcción de planta baja y tres plantas así como posibilidad de sótano, según PVC solicitado al ayuntamiento.